EL ROMANTICISMO


EN ESTE APARTADO VEREMOS EN PERÍODO ROMÁNTICO, SUS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS MUSICALES Y SU CONEXIÓN CON OTRAS EXPRESIONES ARTÍSTICAS… SU CONTEXTO, INSTRUMENTOS, FORMAS… Y TAMBIÉN SUS PRINCIPALES REFERENTES MUSICALES.

ESTE TIPO DE MÚSICA, LES ENCANTA A LOS NIÑOS Y NIÑAS…
Para hacerlo más ameno, coloco el link de un video explicativo de un colega. Espero que te guste!!!


EMPEZAMOS…




VIDEO: CLASE EXPLICATIVA DEL ROMANTICISMO






EL NACIONALISMO MUSICAL



Las fuentes de inspiración se refieren a qué motiva a las artes para su expresión. En este caso además de lo íntimo del autor como el amor, la nostalgia, lo lúgubre, la languidez de los sentimientos, entre otras expresiones, está el ímpetu de libertad individual y colectiva… en eso entran la necesidad de reafirmar la identidad de las naciones…













ENTONCES ES AMPLIO EL ROMANTICISMO… PODRÍAMOS PENSAR QUE LLEGA HASTA NUESTRA REALIDAD COTIDIANA…
QUIERO SABER MÁS…





Por supuesto!!! Este tema es apasionante…
Acá te presento la explicación de un colega del nacionalismo como parte integrante del romanticismo en general y en España, porque el uso de la instrumentación también es importante.
Luego, el fragmento de la película sobre el Cruce de Los Andes del Gral. San Martín, porque marca la idea central de libertad que se persigue desde el inicio de nuestra Patria.
Te dejo al final un fragmento sobre el nacionalismo musical argentino, aunque si querés ampliar está el enlace al texto completo.

Ampliamos…



EN GENERAL

Y EN ESPAÑA

EN ARGENTINA – EL HIMNO NACIONAL ARGENTINO





DISCURSO DE SAN MARTÍN (REVOLUCIÓN: EL CRUCE DE LOS ANDES)
 12 DE FEBRERO DE 1817 EN CHACABUCO




EL NACIONALISMO MUSICAL ARGENTINO
ROBERTO BUFFO: “LA PROBLEMÁTICA DEL NACIONALISMO MUSICAL ARGENTINO”
 Revista del IIMCV Nº31, Año 31 - ISSN: 1515-050x Artículo / Article

Consideraciones Generales

A pesar de que el formidable movimiento migratorio que tuvo lugar hacia la Argentina en las décadas de transición entre los siglos XIX y XX fue una necesidad geopolítica esencial para el progreso del país y a la vez consecuencia de la circunstancia mundial de la época, hubo una reacción generalizada de miedo y xenofobia en las clases dominantes frente a la amenaza de perder poder político y económico en manos de los inmigrantes. La elite cultural porteña desairaba socialmente a aquéllos que habían adquirido prestigio cultural y económico; los excluía adrede de las reuniones en el antiguo Teatro Colón y los estereotipaba como vulgares, avaros, materialistas e inescrupulosos. Los voceros de los privilegios de dicha elite lamentaban la pérdida de los “viejos tiempos” en que el liderazgo de la clase alta no era cuestionado; entre ellos figuraban celebridades literarias como Miguel Cané (1851-1905) y Lucio V. Mansilla (1831-1913).30
Como respuesta al desafío inmigratorio, la elite argentina volvió la vista al pasado con nostalgia buscando una manera de preservar su identidad cultural. Intentó así construir un símbolo nacional perdurable a través del cual pudiese promover los valores y creencias “auténticos”. Surge entonces la figura del gaucho como el habitante prototipo de las pampas; la singularidad de este “gaucho mítico” permitía también distinguir a la Argentina respecto de otros países latinoamericanos y de España.
El gaucho era identificado por sus nobles atributos tales como coraje, independencia, individualismo y machismo que la elite podía alabar como virtudes nacionales. En el ínterin las características ostensiblemente negativas del gaucho tales como vagancia, indolencia, salvajismo y criminalidad podían ser ignoradas porque el “gaucho histórico” ya había desaparecido. En definitiva, el simbolismo del gaucho permitía defender las “tradiciones argentinas” en la arena competitiva de los nuevos valores y estilos de vida. Por contradictorio que pudiese haber parecido el ennoblecimiento del gaucho considerando las anteriores medidas represivas de la elite contra él, el fenómeno se explica en la perspectiva de la “identidad” como una respuesta al cambio cultural.31
En consecuencia, la práctica musical por parte del gaucho, que en los escritos de la primera mitad del siglo XIX aparecía descripto como un síntoma de desidia y holgazanería, era ahora interpretada románticamente como expresión del espíritu nacional. Desde el siglo XVIII hasta ese momento la música del gaucho se consideraba triste, desentonada y bárbara, y su guitarra representada como sucia, rota y desafinada; sin embargo, al pasar el gaucho de ser la representación misma de la barbarie para convertirse en este heroico, prístino y desinteresado individuo que simbolizaba la esencia íntima de la argentinidad, sus habilidades musicales fueron idealizadas en la literatura, las artes plásticas y aun en la música académica. Un ejemplo al respecto es la figura mítica del payador Santos Vega, que no solo cantaba bien: su voz era “majestuosa”, la emitían “ondulaciones purísimas” y su ejecución en la guitarra no consistía ya en simples punteos sino en “bordoneos maestros”.
 La nostalgia apareció de manera más abstracta a través de la explotación del pathos melancólico tradicionalmente asociado con el habitante de la llanura pampeana.
El gaucho era un individuo solitario y melancólico cuya vida había sido arruinada por algún episodio infortunado en un pasado nebuloso. La idea de la tristeza de su existencia se asociaba también con sus actividades musicales. De hecho, los nacionalistas, en la construcción de su retórica musical, eligieron priorizar dicho pathos y las imágenes de soledad, abandono y lejanía. La preeminencia de topo como los del triste, la milonga y la vidalita es una consecuencia de tal postura estética.
Otra característica del “uso” del gaucho es el “distanciamiento”, constante estética que también aparece en la literatura y las artes visuales. 32 La literatura gauchesca no evocaba un mundo perdido sino una “realidad artificial”. Así por ejemplo las obras de Lugones y Rojas construyen una visión romantizada del gaucho tan poderosa que la mitología termina por superar con creces a la realidad. Lo mismo se aplica a la producción del nacionalismo musical argentino que no refleja con fidelidad la música criolla, sino que crea a partir de ella una nueva realidad sonora. 33