EL MODELO DE LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES DE HOWARD GARDNER
El estudio de la inteligencia tiene
numerosas vertientes; una de ellas es la que persigue describir la estructura
de este atributo psicológico, que es el principal responsable de las
diferencias individuales en el rendimiento cognitivo. Desde los trabajos de los
pioneros F. J. Galton, A. Binet, Ch. Spearman
o L. L. Thurstone, se han desarrollado una serie de modelos y teorías que han
girado en torno a una dicotomía: se consideraba que la inteligencia tenía una
estructura unitaria o bien se proponía una estructura múltiple. Durante todo el
siglo este debate ha estado abierto, y sólo recientemente parece que hay un
acercamiento entre ambas posturas.
El concepto de Inteligencia
Este acercamiento propone combinar la idea de una
inteligencia compleja, organizada jerárquicamente, diversificada en los niveles
primarios de la misma y con una única capacidad en el nivel superior conocida
como inteligencia general o factor «g». Esta propuesta, sistematizada por J. B. Carroll
en 1993, parece haber satisfecho a la mayoría de investigadores modernos y ha
recibido el apoyo casi unánime de los especialistas. Pero a pesar de este
acuerdo siguen existiendo modelos alternativos; uno de estos modelos que sigue
defendiendo una estructura múltiple de la inteligencia es el de Howard Gardner
y se denomina Teoría de las Inteligencias Múltiples (MI).
Este autor no está de acuerdo con un modelo que
considera la inteligencia de forma jerárquica y unitaria, ni tampoco con las
implicaciones de este modelo en el ámbito de la medida de la inteligencia,
especialmente con los tests de CI. La teoría de Inteligencias Múltiples fue
propuesta en 1983 y en los últimos años ha ido adquiriendo relevancia, sobre
todo en el ámbito educativo y escolar. En este artículo queremos describir esta
teoría, sus puntos fuertes y débiles en el marco de la moderna psicología de la
inteligencia.
Howard Gardner describe
la Teoría de las Inteligencias múltiples describiendo la inteligencia como: “ (…) la habilidad para resolver problemas o para elaborar productos que son
de importancia en un contexto cultural o en una comunidad determinada.”
Howard Gardner, ha propuesto la Teoría de las
Inteligencias Múltiples (MI) según la cual las capacidades cognitivas
humanas son ocho:
- la lingüística
- la lógico-matemática
- la corporal-cinestésica
- la musical
- la espacial
- la interpersonal
- la intrapersonal
- la naturalista
Estas
inteligencias se delimitaron a partir del estudio de unas habilidades o
destrezas cognitivas variadas identificadas en poblaciones de sujetos
particulares: individuos talentosos, secuelas de lesiones cerebrales,
observaciones evolutivas y trasculturales. Para que las habilidades observadas
recibieran el calificativo de inteligencias debían cumplir los criterios antes
expuestos. En 1983 propuso siete inteligencias que resumimos a continuación:
Inteligencia lingüística
Se
utiliza en la lectura de libros, en la escritura de textos, y en la comprensión
de las palabras y el uso del lenguaje cotidiano. Esta inteligencia se observa
en los poetas y escritores, pero también en oradores y locutores de los medios
de comunicación.
Inteligencia lógico-matemática
Utilizada
en la resolución de problemas matemáticos, en el contraste de un balance o
cuenta bancaria y en multitud de tareas que requieran el uso de la lógica
inferencial o proposicional. Es la propia de los científicos.
Inteligencia musical
Se
utiliza al cantar una canción, componer una sonata, tocar un instrumento
musical, o al apreciar la belleza y estructura de una composición musical.
Naturalmente se observa en compositores y músicos en general.
Inteligencia espacial
Se
utiliza en la realización de desplazamientos por un ciudad o edificio, en
comprender un mapa, orientarse, imaginarse la disposición de unos muebles en un
espacio determinado o en la predicción de la trayectoria de un objeto móvil. Es
la propia de los pilotos de aviación, los exploradores o los escultores.
Inteligencia cinestésico-corporal
Se
utiliza en la ejecución de deportes, de bailes y en general en aquellas actividades
donde el control corporal es esencial para obtener un buen rendimiento. Propia
de bailarines, gimnastas o mimos.
Inteligencia interpersonal
Se
implica en la relación con otras personas, para comprender sus motivos, deseos,
emociones y comportamientos. Es la capacidad de entender y comprender los
estados de ánimo de los otros, las motivaciones o los estados psicológicos de
los demás. Se refiere a una capacidad cognitiva de comprender los estados de
ánimo de los demás, no a la respuesta emocional que provoca esta comprensión y
que clásicamente denominamos empatía. Se encuentra muy desarrollada en
maestros, vendedores o terapeutas.
Inteligencia intrapersonal
Es
la capacidad de acceder a los sentimientos propios, las emociones de uno mismo
y utilizarlos para guiar el comportamiento y la conducta del mismo sujeto. Se
refiere a una capacidad cognitiva de comprender los estados de ánimo de uno
mismo. Se utiliza para comprendernos a nosotros mismos, nuestros deseos,
motivos y emociones. También juega un papel determinante en los cambios
personales asociados a mejoras o adaptaciones a los eventos vitales. Se debería
encontrar en monjes, religiosos y yoguis.
Inteligencia naturalista
Es
la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente,
objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o rural.
Incluye las habilidades de observación, experimentación, reflexión y
cuestionamiento de nuestro entorno.
Podríamos
describir con más detalle cada una de estas inteligencias pero es más adecuado
seguir el planteamiento del propio Gardner que las ilustra por medio de
ejemplos de personajes que han destacado por poseer una de ellas en un nivel
extraordinario.
Personajes famosos y tipos de inteligencia
Estos ejemplos coinciden con
personalidades de las artes, la ciencia o la política e ilustran de forma
directa el significado que Gardner da a cada una de estas inteligencias. Un
modelo de la inteligencia lingüística lo encontraríamos en escritores
como J.
L. Borges o Pablo
Neruda, de
la inteligencia
lógico-matemática en A.
Einstein o
Linus Pauling (premio Nobel de Química), de la musical en L. Bernstein o
Stravinsky, de la cinestésico-corporal en Nureyev, de la interpersonal en S. Freud y de la intrapersonal en M.
Gandhi o Teresa
de Calcuta.
En palabras del propio H.
Gardner: «La
teoría MI representa un esfuerzo por fundamentar de forma amplia el concepto de
inteligencia en los más amplios conocimientos científicos actuales posibles,
pretende ofrecer un conjunto de herramientas a los educadores con las que
ayudar al desarrollo de las potencialidades individuales, y creo que aplicada
de forma adecuada puede ayudar a que todos los individuos alcancen el máximo
desarrollo de su potencial tanto en la vida profesional como privada »
(Gardner, 1998). De hecho, esta teoría incluye, que las inteligencias de que
disponen los individuos humanos no son necesariamente dependientes entre ellas,
es más: estas inteligencias pueden operar aisladamente según las exigencias de
las tareas.
Diferencias individuales de la inteligencia humana
Cada persona posee en distinta
cantidad o grado cada una de estas inteligencias, pero la forma en que las combina o
mezcla genera múltiples formas individualizadas del comportamiento inteligente,
algo parecido a lo que sucede con la combinación de los rasgos faciales que dan
lugar a las caras o rostros individuales. Gardner propone que cada persona va
estabilizando formas de mezclar estas inteligencias adquiriendo una
idiosincrasia muy personal (algo así como una personalidad propia en la esfera
cognitiva). Este hecho es muy evidente en el ámbito escolar, donde, a pesar de
la voluntad de amalgamar las técnicas educativas en sistemas uniformes, los
estudiantes parecen resistirse a esta acción educativa mostrando diariamente su
individualidad en los modos de aprender.
Además, insiste Gardner, estos
«estilos o preferencias personales » parecen muy estables, como si se hubiesen
fijado en periodos precoces del desarrollo infantil, siendo, por tanto, muy
resistentes al cambio. El propio Gardner dice: «Ni los gemelos
monozigóticos (ni tan siquiera los clones), tienen la misma amalgama de
inteligencias. Los individuos desarrollan, a partir de sus experiencias únicas,
unos perfiles de inteligencia idiosincrásicos, propios de cada persona»
(Gardner, 1998).
Es importante precisar que las
inteligencias propuestas por Gardner no se han identificado a partir de
estudios factoriales, como ha sucedido con las propuestas de Thurstone o
Guilford. Gardner propone
sus inteligencias a partir de la convergencia de operaciones mentales, de la
unión de evidencias empíricas provenientes de la neurología, la ciencia
cognitiva, de distintos procesos de desarrollo de las
habilidades en la infancia y en sujetos excepcionales y también en deficientes
mentales. Así pues, los planteamientos y métodos de Gardner son más complejos y
amplios que los de los modelos tradicionales de la inteligencia y por eso
debemos calificarlos de modelos «racionales » a pesar de que él los llame
empíricos, puesto que su modelo no ha sido contrastado empíricamente, en un
sentido estricto, ya que no dispone de sistemas rigurosos de medida de estas
inteligencias y, por tanto, no se pueden contrastar sus predicciones, al menos
en el campo de la investigación cuantitativa, que en este terreno es de gran
importancia.
Las Inteligencias Múltiples: Psicólogos vs
educadores
Curiosamente,
numerosos psicólogos han criticado esta propuesta de Gardner, y, en cambio,
muchos educadores la consideran muy adecuada. Posiblemente la teoría MI
coincide con muchas observaciones e intuiciones cotidianas de los educadores;
la observación de que los niños muestran que son listos y eficientes de muy
diversas formas y que es difícil concluir que estas formas de ser inteligente
se deben a una única inteligencia común a cualquier tipo de tarea. Las ideas de
Gardner han fructificado en los Estados Unidos, de un modo tal que se han
creado escuelas, proyectos educativos y hasta currículos escolares basados en
esta teoría y muchas de ellas han fructificado con éxito, ya que han motivado a
los estudiantes a desarrollar habilidades específicas y dar un sentido
particular al desarrollo intelectual de éstas.
Uno de los aspectos que se derivan de
la actualidad de la teoría MI es la
necesidad de distinguir entre inteligencia entendida como aptitud o capacidad
mental e inteligencia entendida como destreza o habilidad. Es
muy frecuente utilizar estos términos como si de sinónimos se tratara pero
hacen referencia a conceptos distintos y esta distinción es muy trascendente.
En
un libro muy interesante, Mentes creativas (Gardner, 1993) analiza las
biografías de personajes ilustres atendiendo al argumento de ser magníficos
ejemplos de estos tipos de inteligencias aplicadas a la creatividad artística o
científica. A Gardner le solicitaron que estimara el CI probable que tendrían
estos personajes y afirmó que ninguno de ellos obtendría una puntuación
inferior a 120 de CI, lo que quiere decir que estos personajes se situarían por
encima del 90% del resto de la población en cuanto a su capacidad cognitiva
general se refiere.
Una de las conclusiones que podemos
extraer de la propuesta de Gardner es la importancia de la variabilidad interindividual en el
rendimiento cognitivo. Allí donde haya un conjunto de
individuos enfrentados a unas tareas concretas podremos ver la personalidad
individual aflorar en forma de diferencias en los modos de reaccionar, actuar,
resolver las tareas, y, lo que es más importante, esta variabilidad es funcionalmente
adaptativa, no un simple accidente de la realidad individual.
En una entrevista reciente Gardner recomendaba: «atender a las diferencias
individuales de los niños en las escuelas y tratar de individualizar las
evaluaciones y los métodos de instrucción». También insistía en no
etiquetar a los niños según sus preferencias o disposiciones. Según él, las
inteligencias son categorías para distinguir las diferencias en las formas de
representaciones mentales, pero no son buenas categorías para identificar cómo
son (o cómo no son) las personas.