miércoles, 12 de abril de 2017

Educar es mucho más que enseñar y creo que hoy más que nunca- NOTA RADIO NACIONAL

Educar constituye el desafío más importante para los pueblos, pero el compromiso directo es de los docentes, instituciones educativas y para el sistema. Pero, tal como lo conocemos, la responsabilidad es más abarcativa y profunda que nunca. Digo esto porque se ponen en juego la teoría y la práctica en forma permanente y con ello, la coherencia entre ambas y también desde qué lugar, con qué principios epistemológicos, éticos, etc. se presenta quien se pone en el rol del docente. Se me ocurre que podríamos continuar preguntándonos e igualmente las respuestas estarían relacionadas, dado que el hecho educativo es un hecho político - multidimensional- por naturaleza en donde se conjugan, explícita o implícitamente, las intencionalidades de fondo. He estudiado sobre desarrollo del pensamiento científico, creatividad, inteligencias múltiples y emocional desde hace años y, más allá del hecho puntual de la elaboración de instrumentos para desafiar la posibilidad de evaluación de la Creatividad y de las Inteligencias Múltiples, no solo de manera aislada, sino incluso proponiéndola como sistemática en el marco de las evaluaciones que se realizan en el ingreso a la Educación Superior, demostrando su utilidad, sigo con otros cuestionamientos, tales como: ¿cuál es el lugar para las personas críticas y creativas -social, política, económica - culturalmente hablando? Es decir, cuál es el nivel de valoración real para la deliberación. Insisto porque Gardner establece modelos de inteligencia basados fundamentalmente en estándares de éxito, más que nada de trascendencia económica. A quienes se los coloca como modelos por el hecho de amasar fortunas. Pero yo hablo de la utilidad de estas teorías para la formación de ciudadanos, de nuestra clase trabajadora que ojalá sean ricos, pero mi compromiso trasciende la individualidad personal del sujeto que aprende hacia la dimensión social, y con ello, el bien común. Por otro lado, entendemos que un docente que no es creativo y que no manifiesta su lectura crítica sobre la realidad, lo más probable que no consiga estudiantes críticos ni creativos, y si lo hace, es a pesar de él/ella. Esto se fundamenta con mirar un poco a los docentes en las instituciones de cualquier nivel, temerosos de las directivas y de los directores, proponiendo poco, desinteresados por la realidad cotidiana de sus alumnos/as, docentes que no quieren "saber" ni informarse, empleados de un sistema que social y económicamente los degrada porque un modelo político los ubica en el lugar de mendigos si se quejan o de serviles si obedecen, muy lejos de un referente social. No obstante estas reflexiones y otras más, considero que los estudiantes merecen todo nuestro entusiasmo y una conciencia ética que trascienda el transcurso del tiempo y las circunstancias. Por eso presento antes que nada los objetivos que pretendo y luego, aplico distintas estrategias para que puedan desarrollar su juicio crítico y su pensamiento creativo, buscando algo muy simple pero bastante complicado de lograr en poco tiempo. Se trata de entusiasmar hacia la lectura semiótica - que comprendan los textos desde un nivel literal hasta un nivel inferencial hasta la lectura de la realidad social, cultural, económica y política de su entorno. Es decir, que esa capacidad de lectura se traslade hacia la realidad contextual y global. Luego, que lo puedan expresar de distintas maneras y, a partir de allí, que se hagan otras preguntas. Todo ello, atravesado por un sano inconformismo que los lleve a dudar y buscar datos, resultados, leer opiniones, valorarlas y diferenciarlas. En otras palabras, que logren un pensamiento crítico y creativo en el tránsito por mis horas cátedra, porque eso les servirá siempre para poder seguir aprendiendo a lo largo de la vida. Es decir leer (en sentido amplio), escribir (con distintos formatos) y hablar (con múltiples formas expresivas). Esto, estoy segura, les servirá para adaptarse a "lo desconocido" y seguir desarrollándose creativamente en entornos cada vez más inciertos. De manera que no importa que materia dicte, trato de generar espacios de búsqueda, debate, encuentro, conclusiones y nuevas preguntas o propuestas.