LEER, ESCRIBIR Y HABLAR EN EL NIVEL SUPERIOR
CURSO
Capacitador: Dra. Ana
María Pardo
...
LEER, ESCRIBIR Y HABLAR EN EL NIVEL
SUPERIOR
“...El desafío es formar
practicantes de la lectura y la escritura y ya no sólo sujetos que puedan
“descifrar” el sistema de escritura. Es formar lectores que sabrán elegir el
material escrito adecuado para buscar la solución de problemas que deben
enfrentar, y no sólo alumnos capaces de oralizar un texto seleccionado por otro.
Es formar seres humanos críticos, capaces de leer entre líneas y de asumir una
posición propia frente a la sostenida, explícita o implícitamente, por los
autores de los textos con los que interactúan, en lugar de persistir en formar
individuos dependientes de la letra del texto y la autoridad de los otros...” * Lerner, D. (2001) “Leer y escribir
en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario”. FCE. México.
En
la educación superior, la lectura y la escritura tienen una fuerte presencia ya
que son el medio fundamental para la transmisión y la apropiación del
conocimiento. Los estudiantes deben leer bibliografía, artículos y apuntes
preparados por los profesores. Sobre ellos deben hacer resúmenes, tomar apuntes
y notas escritas de las exposiciones y de posconceptos, deben responder guías
de lecturas, elaborar trabajos prácticos, informes, trabajos de campo,
monografías, ensayos, relatos de experiencias, proyectos, tesis, entre otros
escritos.
Dado
que, en el nivel superior la escritura es requerida frecuentemente como un modo
de demostrar conocimiento y es utilizada para promover el pensamiento
independiente, la indagación, la investigación y el aprendizaje, los textos
privilegiados son los textos académicos (textos expositivo-explicativos y
argumentativos). Estos textos, por su ámbito de circulación y por el rol que
ocupan en la organización de los saberes, tienen como característica partir de
situaciones comunicativas que informen, expongan y desarrollen nociones del
discurso científico. Se entiende por este discurso aquel que, en cuanto al
tema, remite a conocimientos acerca de la realidad construidos por las diversas
ciencias.
En
el ámbito de la educación superior se establece una comunicación docente-alumno
en la cual se privilegian los términos de la especialidad, porque es necesario
no sólo que los alumnos se familiaricen con los conceptos específicos, sino
también que los utilicen adecuadamente. Por tal motivo, se privilegia la
abundancia de definiciones que permiten la construcción progresiva de los
saberes. Este es el punto de partida para la comprensión global de un tema
propuesto, por eso lo que abunda en una primera instancia son estrategias
explicativas diferentes como el ejemplo, la reformulación y la definición.
En
una posterior etapa y ya afianzados ciertos conocimientos de lo específico de
la ciencia que se trate, se puede recurrir a estos saberes previos de manera
implícita como una parte de principios aceptados por la comunidad científica y
abordar textos de secuencia argumentativa que crean una conceptualización
racional de esa ciencia, a partir de la cual se disiente, se polemiza y se
reconstruye el conocimiento.
LOS GÉNEROS
DISCURSIVOS
El
uso del lenguaje está determinado por la esfera de la actividad humana que se
está desplegando: espacio científico-académico, el espacio laboral, el espacio
familiar. Las personas no aprenden simplemente a hablar, al mismo tiempo van
aprendiendo a construir y a recibir mensajes con determinadas características
asociadas a la práctica que estén desarrollando. Cada ámbito o esfera de la
actividad humana elabora tipos relativamente estables de enunciados: los
géneros discursivos. Estos son infinitos ya que existen tantos como esferas de
la actividad humana y son históricos puesto que existen, se transforman o dejan
de existir de acuerdo con las transformaciones de la práctica social en que se
sustentan. Los elementos constitutivos de los géneros son el tema, que es el
objeto del discurso, el estilo (el modo en que se construyen los enunciados) y
la composición. Respecto a este último, cada género adopta una estructura y en
ellos predomina una determinada organización textual, como por ejemplo en el
género cuento predominará la narración o en el género entrevista, el diálogo.
Por lo tanto, el uso de un género determinado impone al hablante restricciones
temáticas, estilísticas y composicionales, a las que debe adecuarse para lograr
un uso eficaz del lenguaje. Los géneros discursivos propios del ámbito
académico son el artículo académico, el paper y el libro especializado,
considerados entre los más comunes de los géneros escritos. Ciertos tipos de
conferencias, ponencias y comunicaciones a congresos se destacan entre los
orales, ya que tienen la particularidad de ser originalmente escritas para ser
luego leídas en voz alta. Entre los textos expositivos escritos aparecen el
manual universitario, el tratado, el diccionario enciclopédico y el diccionario
especializado. Estos textos pueden ser complementados por otros como los
cuadernillos y fichas que suelen ser adaptaciones de capítulos de libros
especializados o de artículos académicos preparados por los docentes
responsables de los cursos.
El paratexto
La
comprensión de un texto supone en sí misma una actividad de reducción de la
información que se lleva a cabo a partir de la interacción que se produce entre
el contenido de un texto y los contenidos previos del lector. Como estos
conocimientos no son los mismos en todos los lectores y como puede darse más de
una lectura razonable a un mismo texto, se recomienda a los estudiantes que
comiencen por crearse expectativas en cuanto al desarrollo del texto a partir
del paratexto, ya que esto los llevará a conocer la información esencial. Los
elementos paratextuales son auxiliares para la comprensión del texto. Son aspectos
morfológicos que constituyen un plus que se agrega al texto para facilitar su
lectura o para favorecer un tipo de lectura que interesa al autor propiciar.
Pueden proporcionar información orientativa previa a la lectura (tapa,
contratapa, solapas de un libro, título, subtítulos, índice, dedicatoria,
prólogo, epígrafe entre otros) e información adicional (notas, bibliografía,
glosario, apéndice, ilustraciones, entre otros). El formato o diseño es
considerado un elemento paratextual y abarca tipos de letra (negrita,
bastardilla) y subrayados. Por otra parte, cabe aclarar que las forman que
adoptan los elementos paratextuales están vinculadas al tipo de género.
El enunciador académico
El enunciador es quien lleva adelante el discurso
colocándose en un lugar (habla desde la autoridad del saber o desde la
experiencia personal o desde el poder) y adoptando determinados rasgos (formal
e informado, informal).
El enunciatario o
destinatario de un
texto puede ser construido con diversos rasgos: informado, responsable,
desinformado.
El enunciador académico debe utilizar términos precisos,
definir conceptos, respetar las fuentes, fundamentar sus acepciones, respetar
las normas de escritura, demostrar que conoce el tema al que se refiere.
Las secuencias textuales
Uno
de los modos de acceder con mayor facilidad a los textos escritos es observar
las regularidades que aparecen en ellos. Estas regularidades han sido
descriptas desde diferentes perspectivas; por ejemplo según la situación
comunicativa o el ámbito de circulación, los textos tienen distintas
propiedades por pertenecer a un género discursivo o a otro. Asimismo los textos
también han sido estudiados por las regularidades de su estructura, es decir
por su organización interna. Por ejemplo, el lingüista J. Adam planteó que esta
organización se relaciona con el predominio de una secuencia textual. Según
este autor, las secuencias son unidades mínimas de composición textual, es
decir, conjuntos de enunciados que se organizan de una manera particular. En
función de su organización, las secuencias textuales propuestas son: narrativa, descriptiva,
expositivo-explicativa, argumentativa, dialogal e instruccional.
La
secuencia narrativa se caracteriza
por presentar una sucesión de acciones o eventos finalizados. La secuencia
narrativa predomina en el género discursivo cuento, pero también en géneros que
no pertenecen a la ficción, como por ejemplo la crónica periodística o los
manuales de historia. La secuencia descriptiva se caracteriza por presentar los
rasgos salientes de un objeto, persona, paisaje o acción. Este tipo de
secuencia predomina, por ejemplo, en el género guía turística, en el que
también suelen aparecer insertas, secuencias narrativas para, entre otras
posibilidades, contar sucesos relacionados con el lugar que se describe.
La secuencia expositivo-explicativa se
vincula con el análisis y la síntesis de conceptos. En este sentido, los textos
en que predomina este tipo de secuencia responden siempre a una pregunta que
puede estar formulada explícita o implícitamente. En general, en este tipo de
secuencia predomina el tiempo presente del indicativo y se busca generar una
ilusión de objetividad; pues la explicación se presenta como una verdad no
abierta al debate. En ella no se pretende discutir sino hacer comprender al
interlocutor algo que desconoce o que no entiende. Los géneros discursivos en
los que predomina la secuencia expositivo-explicativa son, por ejemplo, la
clase teórica y la respuesta de parcial.
La secuencia argumentativa se estructura
a partir de la postura que se adopta con respecto a un problema controvertido.
Para convencer al interlocutor de que la postura propia es la más adecuada, se
despliega una serie de argumentos o razones que funcionan como los pilares que
la sostienen. Los géneros discursivos en los que predomina esta secuencia son,
entre otros, la nota de opinión y el ensayo.
La secuencia dialogal se caracteriza por
la alternancia de voces; su estructura es la de un diálogo y los géneros
discursivos en los que predomina son, entre otros, los guiones de cine o
televisión, las obras de teatro, la conversación cotidiana y la entrevista.
En
la secuencia instruccionaI se
presentan consejos y/u órdenes. Es habitual encontrar en ella el modo
imperativo, ya que se apela a la segunda persona para que lleve a cabo las
acciones que se consideran convenientes para lograr un determinado objetivo.
Este tipo de secuencia predomina en los manuales de uso, las recetas de cocina
y los reglamentos.
Es
importante destacar que hablamos de predominio de una secuencia determinada ya
que a la secuencia dominante suelen subordinarse otras. Tal es el caso, por
ejemplo, de la secuencia descriptiva que se inserta en una obra de teatro (cuya
secuencia dominante es dialogal) con el fin de disponer personajes y objetos de
escena.
Los textos expositivos-explicativos y los
textos argumentativos
De
las secuencias que hemos visto -narrativa, descriptiva, dialogal,
instruccional, expositivo explicativa y argumentativa-, las dos últimas son las
que se privilegian en el ámbito académico, pues son las secuencias dominantes
en la mayor parte de los textos que se leen y producen en los estudios
superiores.
Esto
no quiere decir que haya un límite claro entre ellas sino que cada texto tiende
hacia lo expositivo-explicativo o hacia lo argumentativo, pero puede tener
algunos elementos asociados a la otra secuencia. Se trata de extremos a los que
se acercan los textos según el contexto de circulación, la finalidad, el tipo
de problemática abordada, etc.
Para
contrastar estos dos polos, pueden señalarse cinco ejes que los diferencian: la
forma de abordar los conceptos y los fenómenos, el modo en que se presenta el
enunciador (la voz hablante) y el modo en que se construye el destinatario
previsto, la finalidad y la inclusión de enunciados de otros enunciadores, es
decir de otras voces.
En
los textos con secuencia expositivo-explicativa dominante se comunica un saber
que se presenta como algo dado, es decir, como algo no controvertido. Es por
eso que el enunciador, la voz hablante, prácticamente no exhibe rasgos de
subjetividad. Asimismo, se prevé un destinatario con menos conocimientos sobre
aquello que eI enunciador expone y/o explica. Por lo tanto el objetivo de estos
textos es informar y aclarar conceptos nuevos o complejos a fin de equiparar
los saberes entre los interlocutores.
En
el caso de los textos que tienden a lo argumentativo, la problemática de la que
se parte se considera controvertida, discutible. Es por eso que los conceptos
se van construyendo a lo largo del discurso, como respuesta al problema
planteado. Al adoptar una postura frente al problema controvertido, el
enunciador manifiesta su punto de vista y su subjetividad y, a su vez, prevé un
destinatario que puede compartir los mismos conocimientos, pero no
necesariamente la misma postura.
Además
de las diferencias señaladas en cuanto a la forma de abordar los conceptos y
los fenómenos, la construcción del hablante y del destinatario, y la finalidad,
los textos que tienden al polo expositivo-explicativo y al polo argumentativo
también se distinguen por el modo en que se incluye la palabra de otros.
Así,
en los textos que tienden al polo expositivo-explicativo, se intenta facilitar
la comprensión de un conocimiento que se supone importante y, por eso, el
discurso citado, es decir la voz incluida, se delimita claramente del discurso
citante.
Asimismo,
en estos casos, la palabra del otro no se utiliza de modo polémico (es decir,
no se le presenta para discutirla o refutarla), sino que se la presenta en
tanto voz autorizada en el tema que se explica o como voz responsable de
aquello que se expone.
En
el polo argumentativo, en cambio, al presentarse la palabra ajena desde una
perspectiva que es propia, suele producirse una contaminación de voces. Por
otra parte, en las argumentaciones no sólo se presentas citas para validar las
afirmaciones propias apoyándose en la autoridad de otro (que conforman las
citas de autoridad), sino que a veces también se incluye la vos del adversario
para tomar distancia con respecto a lo afirmado o para contradecirlo (esto
constituye la cita refutativa).
- 1- ACTIVIDAD NO
PRESENCIAL: seleccione dos (2) tipos de textos e identifique de qué tipo es
cada uno y señale el tipo de secuencia.
LA LECTURA
En
el nivel superior, los estudiantes desarrollan prácticas de lectura muy
variadas. Se lee tanto la bibliografía que indica un profesor para bordar un
tema como los documentos más diversos que son objetos de análisis en las
distintas materias: entrevistas, estadísticas, entre otros.
La
lectura en el nivel superior no sólo exige atención al texto y al modo en que
se construye el referente, también plantea el establecimiento de relaciones
entre el texto y el contexto histórico en el que ese texto se ha producido y,
por sobre todo, en el desarrollo de la capacidad de ubicar la obra leída en el
campo científico, intelectual, cultural, religioso o político en el que se
inserta, con el fin de poder evaluarla en cuanto a su lugar (de prestigio, de
poder o de subordinación) en el campo.
Además
de todo lo visto hasta ahora, los textos argumentativos o explicativos se
construyen para dar respuestas a distintos tipos de interrogantes. Estos
interrogantes no necesariamente están explícitos en el escrito. Parte de la
tarea del lector es reconstruir la pregunta, pues el interrogante pone en
evidencia el tema a tratar.
Los
interrogantes o preguntas no sólo son importantes para reconstruir las
cuestiones a tratar, también suelen funcionar como una estrategia para
persuadir al destinatario y contribuir a que acepte el punto de vista del
enunciador.
En
síntesis, la reconstrucción facilita la selección y la jerarquización de la
información leída así como su evaluación. Un buen lector puede, de esta manera,
identificar los objetos y analizar los modos en que son abordados.
Cuestionarios
generales para la lectura de libros, capítulos o temas
Tres aspectos a tener en
cuenta a lo largo del curso académico:
1. ¿Qué trata de lograr el autor en este capítulo (o
en los materiales elegidos)? Expresarlo con palabras propias del modo más breve
posible.
2. Resumir del modo más breve posible los puntos,
conceptos, principios o conclusiones principales desarrollados en el texto,
capítulo, material de clases u otros materiales elegidos.
3. ¿Cree que el autor ha alcanzado su propósito en
forma razonablemente satisfactoria? Explicar por qué o sugerir agregados y/o
reformas.
Si se trata de un artículo:
1. “Introducción”:
¿De qué modo el autor prepara el contexto para el tema? ¿Cuáles son los
aspectos originales? ¿Cuáles son los elementos sobre los cuales se pone el
acento?
2. “Tesis”:
¿Cuál es el problema, la cuestión o el tema?
3. “Cuerpo”:
¿Cuáles son las ideas principales o información utilizadas por el autor para
abonar o desarrollar su tesis? ¿En qué orden expone estos materiales? ¿Y cómo
demuestra su validez?
4. “Conclusión”:
¿Se limita el autor a resumir? ¿O bien ofrece información, una interpretación o
conceptos adicionales?
- 2- ACTIVIDAD NO
PRESENCIAL: Elegir un texto expositivo-explicativo y/o argumentativo e identificar y transcribir las siguientes
características: 1) Tema, 2) Idea Principal, 3) Explique con sus palabras el
significado de un tópico específico que trate el texto, 4) Saque conclusiones
y/o haga inferencias y 5) Identifique si usa lenguaje figurado y explique a qué
se refiere.
LA COMUNICACIÓN ORAL
La
comunicación oral es sumamente importante para socializar, compartir ideas y
sentimientos; pero en la Educación Superior es de vital importancia para
expresar el conocimiento y, consecuentemente, muchas veces depende de esta
habilidad la aprobación de los distintos espacios educativos. A continuación se
presentan algunas técnicas, que si bien pueden resultar muchas, practicando las
que más pueda, aumentará significativamente las chances de éxito en las
evaluaciones y también, en el futuro, en el desempeño de la carrera. Por ello,
se han agregado algunas estrategias que no solo sirven para la instancia
netamente académica, sino que trascienden a la vida misma.
1.
Antes de comenzar a hablar espera a que se
haga silencio
Cuando el silencio sea total, comienza
a hablar, de lo contrario espera; esto creará expectativas en tu profesor, examinador o auditorio, y
el mismo se encargará de crear silencio.
Para abrir una presentación, necesitas
un ‘gancho’ que capte la
atención del profesor o de los oyentes. Para interesarlos, tal vez sería
conveniente hacer una pregunta,
o empezar con una buena anécdota.
2. Ten en
cuenta la importancia de tu posición y buena presencia personal
La presencia es
lo primero que se comunica y muchas veces determina la eficacia del mensaje.
Debes transmitir confianza, porque la confianza es muy atractiva. Tu cuerpo
debe estar perfectamente
compuesto, relajado.
La buena posición es un principio que condiciona el éxito de la
exposición.
o
Estando parado/a, coloca los pies a treinta centímetros de distancia con
los dedos apuntando hacia el frente, y un pie ligeramente adelante del otro.
Los dos pies deben estar apoyados
firmemente en el suelo, para evitar movimientos que sugieran
nerviosismo.
o
No aprietes las rodillas, esto dificulta la circulación.
o
Relaja los brazos a los costados, las manos deben estar sueltas.
o
Respira profundamente por la nariz. Esto levantará el pecho y alineará
el cuerpo desde la cabeza a los pies.
o
Ya sea de pie o sentado, tu respiración
debe ser regular y tranquila. Siempre que te sea posible, respira
lentamente, en forma consciente, seis o
siete veces antes de comenzar a hablar.
o
Relaja los hombros y los brazos a los costados.
o
Es aconsejable que elimines la rigidez física durante la disertación,
mediante una correcta movilización y utilización de manos, ojos y rostro.
o
Los gestos espontáneos permiten
lograr una soltura mental y emocional, factor importante de desinhibición, al
mismo tiempo que mantienen al auditorio interesado.
o
Las manos caídas a los costados, la mirada floja y la distensión son los
puntos fundamentales a tener en cuenta.
o
Debes siempre evitar tener
objetos en las manos que
puedan desviar la atención de los oyentes. Pero en aquellas circunstancias en
que sea necesario valerse de ayudas visuales u otros elementos, hay que darles
un tratamiento especial: no mostrarlos hasta que estemos dispuestos a usarlos;
en ese momento, todos deben verlos y la disertación debe dirigirse al auditorio
y no a esos objetos. Cuando termine la necesidad de utilizarlos deben ser
guardados de modo tal que nadie los vea (evitando distraer la atención de los
oyentes). Los apoyos visuales,
simplifican los conceptos y añaden
interés (como memoria visual) en el oyente. Las imágenes tienen un poder permanente. Por
otro lado, los apoyos visuales aclaran tus ideas y te permiten
mantener más fácilmente el rumbo. Pueden incluso derribar las barreras del
idioma. Pero es muy importante programar exactamente el uso de los pizarrones,
cartulinas, dispositivas, filmaciones, etc., definiendo cómo y cuándo se utilizarán.
o
Con respecto a los ojos, debes repartir la vista en todos los oyentes, sin que se pose
demasiado en alguno de ellos en particular. Provoca gran malestar en el
oyente sentirse mirado, con
insistencia, por el orador. Establece contacto visual para entablar relaciones. Habla uno por uno
con los profesores o compañeros que componen un grupo. Utiliza todo el cuerpo para reforzar el
mensaje. Inclínate hacia adelante, hacia el público. Haz ademanes firmes para
no distraer la atención de tu mensaje.
o
La posición adecuada para
hablar en público es de pie;
sin embargo, es conveniente sentarse por breves momentos, a efectos de
descansar, tanto el orador como el auditorio.
o
No distraigas al público con algún detalle de tu atuendo o por jugar con algún
objeto.
o
Recuerda que muchos errores en la posición pueden descubrirse
practicando frente a un espejo.
o
Si se te secó la boca, lentamente toma un sorbo de agua para mojar los labios; luego, con calma, deposita nuevamente el vaso
en su lugar.
3. No
abandones el tema
La disertación debe tener
un OBJETIVO y tienes que avanzar hacia él en forma progresiva. Sin
embargo, existe el peligro de que al enriquecer la exposición (o el examen
oral) con ejemplos y referencias, te apartes del tema central. Es necesario
que persistas en el tema evitando al mismo tiempo interrupciones de
los compañeros u oyentes cuando éstas deriven la cuestión hacia temas
tangenciales.
4. Aprende
a encauzar la conversación
Los
aportes del profesor que toma el examen o de los oyentes (otros alumnos o
ayudantes de cátedra) resultan muchas veces positivos y te pueden ayudar. Pero
en ciertas ocasiones, hacen que el discurso entre en un cauce trivial o se
aparte del propuesto primitivamente. Existen procedimientos para encauzar
la conversación; por ejemplo, decir: “... sus palabras me traen a
colación...” o“...eso me recuerda...”. Cualquier
procedimiento empleado debe ser cuidadosamente escogido, a
efectos de no ofender al oyente.
5.
Busca ideas y aprende a elegir los temas
Las ideas surgen de la experiencia y de la habilidad que tengas para manejarlas.
La persona que tiene ideas puede apelar a ellas en cualquier
momento. No se puede sostener una conversación si no se tiene algo que decir.
o
En cuanto al tema, si es que lo puedes elegir, debe ser uno sobre el que
tengas una opinión formada, y si no lo puedes elegir como en el caso de un
examen, es muy importante que además de la opinión del autor, puedas incluir
la tuya propia o tu mirada especial, para que puedas hablar con
autoridad, y si al mismo tiempo el tema te apasiona, es éxito asegurado.
o
Si en lugar de un examen debieras dar una clase especial o demostrar tu
capacidad como orador, al seleccionar un tema, debes buscar dentro de ti mismo
y para ello puedes recurrir a:
tus experiencias, tus creencias, tus estudios o tu
especialidad dentro del estudio, tus proyectos, tus emociones, tus
sentimientos, la experiencia ajena.
6.
Proporciona ejemplos
Debes tratar que tu discurso interese fácilmente al auditorio o que tu mensaje
llegue fácilmente al profesor que lo examina. Para ello, una
correcta ejemplificación, con relatos y objetos concretos, resulta de gran ayuda y clarifica la
exposición.
Si dices: “Los escritores argentinos son muy inteligentes”, podría
suceder que el profesor o algún oyente conozca algunos escritores que no
participen, a su juicio, de esa cualidad y no creyera en tu juicio como orador.
Entonces sería más correcto decir: “Los escritores argentinos, como por
ejemplo XX, YY, etc, han
demostrado ser muy inteligentes”. Además, podrías aportar algunos datos
(sobre la personalidad de esas figuras) que refuercen tu concepto sobre ellos “… por ejemplo cuando se adelantaron a XXX
hechos en sus obras tales como ZZZZ…”
7.
Haz comparaciones
Este principio consiste en buscar elementos conocidos por el auditorio, que
tengan analogía con tu tema de exposición. La comparación puede ser, por
ejemplo, entre el cerebro y la computadora, entre el funcionamiento del radar y
el rebote de una pelota, o una oración como: “es tan alto como un
obelisco”, etc.
8. Realiza contrastes
Su uso tiene los mismos efectos que la comparación, pero se basa en el caso
inverso. Es decir, debes buscar alguna relación llamativa entre dos
elementos para llamar la atención del profesor o auditorio.
Por ejemplo, el siguiente relato: “hace 70 años se encontró en un lago de la
India un terrible monstruo que medía 120 metros de largo, 15 de ancho y 22 de
altura, siendo su peso aproximado de 100 toneladas, pero su cerebro apenas
tenía el tamaño de una bola de billar”.
Por regla general, colocar frases ‘de efecto’ cada cinco minutos,
mantendrá vivo el interés del auditorio.
9. Usa
estadísticas
Su correcta utilización constituye una gran ayuda. Sin embargo, una gran
cantidad de datos estadísticos intercalados en la exposición puede llegar a
aburrir, por lo cual éstos deben ser utilizados con un criterio adecuado. Un
buen recurso consiste en dramatizar las cifras, diciendo, por
ejemplo, la cantidad de átomos que entran en un alfiler, o el tiempo que
tardaría una tortuga en atravesar el territorio argentino, etc.
10. Proporciona
detalles
Su uso eficiente da brillo a la exposición, pues presenta un
paisaje muy difícil de olvidar. Una misma disertación puede ser enfocada como
un relato de los hechos, o matizada con una serie de detalles que
amplíen o mejoren la exposición. Sin embargo, la experiencia ha
demostrado que el uso incontrolado de los detalles
produce aburrimiento y alejamiento de la idea central.
Veremos dos maneras de
decir lo mismo, con la diferencia del uso de detalles.
A): “Recién cuando el vecino me avisó, me
di cuenta del incendio en la casa contigua a la mía. Fue un gran desastre,
especialmente por las pérdidas materiales. Por poco no hubo víctimas”.
B): (con detalles). “Dormía plácidamente en
mi habitación, cuando golpearon desesperadamente a mi puerta. Con no poca
dificultad y rabia me levanté de la cama y llegué hasta la puerta. Al abrirla,
vi a mi vecino haciendo gestos que no comprendía. Luego de un instante, se
tranquilizó y me avisó que se incendiaba la casa de pensión contigua a nuestro
edificio. Recién al mediodía los bomberos lograron controlar el fuego; el
cuadro era tremendo. El efecto del fuego y del agua había destrozado y
arruinado todo el mobiliario de la casa; nada quedó en pie. Pero
afortunadamente, al iniciarse las primeras llamas, los inquilinos de la pensión
alcanzaron a huir, salvando así milagrosamente sus vidas”.
Como se puede apreciar,
existe una gran diferencia entre estos dos discursos. Pero también en este
párrafo se aprecia que el uso incontrolado de detalles podría resultar
negativo.
11. Utiliza testimonios
En los discursos basados en relatos o informaciones es necesario valerse
de testimonios que aseveran la veracidad de lo expuesto. Estas
pruebas deben ser, por supuesto, conocidas por el auditorio. Otra forma de
utilizar testimonios, es la referencia a opiniones de personas importantes o
muy conocidas, lo cual produce un respeto por
la información transmitida.
Busca una cantidad grande
de casos personales que ilustren el tema. Los casos personales
grafican con una connotación más auténtica. Habla sobre tus propias
experiencias.
12. Haz
crecer tu idea o tu tema
Debes pensar continuamente en las posibles mejoras y ampliaciones que
pueden tener tus ideas. De esta manera, las exposiciones adquieren un tinte
auténticamente personal, al darle al inconsciente la posibilidad de hacer conexiones
ingeniosas. Todo nuevo aporte a tu idea, debe ser anotado esquemáticamente,
a efectos de recordarla con posterioridad.
13. Demuestra
Individualidad
El principio anterior estaba dirigido a la individualidad del discurso, que
significa no copiar pensamientos ajenos, sino hacer crecer las propias ideas
hasta transformarlas en creación individual. En primer lugar, las ideas deben
buscarse dentro de uno mismo. Pero también puedes motivar el
crecimiento de la idea, organizando debates o discusiones con tus compañeros o
amigos, y rescatar lo positivo de los pensamientos de estas otras personas.
14. Organiza
el material
Este aspecto es fundamental para el éxito de una exposición o evaluación, por
ello, merece un tratamiento especial, el que seguramente trataremos en detalle.
No obstante prepara el apoyo digital con el discurso que acompañará cada
pantalla, evitando distractores, respetando los tiempos y teniendo en cuenta
los puntos de este resumen.
15. Conoce
al auditorio
En el caso que debas disertar ante un grupo de personas con algún fin
determinado (un congreso, una presentación de producto, exposición de un plan
de trabajo etc.), el conocimiento de las características del grupo ante el cual
debes exponer es tan importante, que llega a decidir la forma y el
fondo de los discursos. Los datos que interesan del auditorio son,
entre otros, su interés por el tema, su nivel social, económico, educacional,
intelectual, etc. De todos estos elementos deberás inferir cuál será la
probable reacción del grupo ante ti (hostil, neutro o amistoso).
“La capacidad del auditorio define la profundidad con que se exponen los
temas”.
16. Utiliza
un lenguaje acorde
Relacionado con el principio anterior, consiste en las características del
léxico a utilizar. Este puede ser técnico, científico, simple, etc. La
elección está determinada por el tipo de auditorio.
17. Adáptate
al auditorio
Un vez que conoces el tipo de auditorio que te ha tocado debes estar facultado
intelectualmente para adaptarte al mismo. Los oradores experimentados tienen un
sentido especial para adaptarse a los cambios anímicos del
auditorio, durante el discurso. Un aspecto muy relacionado con la capacidad de
adaptarse a nuevas circunstancias, en el discurso, es el dominio de un
principio muy importante: la improvisación.
18. Intenta
improvisar
Siempre está la posibilidad de que en algún momento cualquiera, debas
hablar sobre un tema que previamente no conocías. En estos casos
debe improvisarse. Sin embargo, la improvisación nunca es total, siempre se
acude a algún elemento adquirido con anterioridad. Pero esta experiencia hay
que saber utilizarla.
19. Conoce
la ocasión
Es un principio de la oratoria: conocer la ocasión y
circunstancias en que se desarrollará el discurso. Los puntos importantes a
tener en cuenta son los siguientes:
a) Naturaleza de la ocasión.
b) Tiempo acordado para exponer.
c) Tamaño, acústicas y ayudas visuales
en la sala.
d) Cantidad de oyentes.
e) Si es el único orador, o de lo
contrario, en qué orden hablará.
f) Temas que tocarán los demás
oradores, si los hay.
20. Sé
sincero
Todos los conceptos que viertas deben ser fiel reflejo de tu forma de
pensar. Para ello, juega un papel fundamental la elección del tema, pues
debe ser uno realmente sentido y valorado por
el orador. Esto da una dosis afectiva al discurso que
despierta un interés en los oyentes muy superior al mero conocimiento
intelectual del tema desplegado por el expositor.
Busca dentro del tema lo
que más te conmueva o atrape la atención, lo que más deseos de
comunicar te interesan, lo que entiendas que es práctico, aplicable, que ayuda.
21. Ten confianza
Esta es una condición necesaria para no fracasar en la exposición,
examen o clase especial. La forma de lograrla es enfrentar y superar el miedo
oratorio. (Punto que será explayado más adelante).
22. Usa la
imaginación
Para llegar a ser un buen orador tienes que tener buena dosis de
imaginación. Es una facultad que permite poner nuevos matices a tus ideas.
23. Ten
sentido del humor
Es un arma, que sabiéndola utilizar, se convierte en un gran aliado para
despertar y mantener la atención de los oyentes.
24. Hacer
pensar y hacer sentir
La posibilidad de emocionarse, durante la disertación, no debe
confundirse con sensiblería. No es conveniente abusar de este elemento, sino
utilizarlo como un toque oportuno, sincero y certero. Es necesario que elijas
el momento adecuado para la pincelada emotiva.
El buen orador debe realzar
sus sentimientos; para lograrlo debes relatar alguna experiencia en primera
persona, pues el auditorio siempre quiere saber qué sientes. No finjas
sentimientos, pero tampoco los reprimas si son auténticos.
25. Apela
al sentido común
Es un elemento indispensable para no caer en el ridículo o en
excentricidades. No sólo debe darse a nivel de las ideas, sino también en
la presencia física (vestimenta, poses, movimientos, etc.).
Oradores con gran
material teórico y buenas técnicas fracasan por falta de criterio y sentido
común.
26. Ayuda a
tu memoria
Sin ella jamás se puede ser un buen orador. Hay muchas reglas
mnemotécnicas que suelen ser de gran ayuda para hacer presentaciones,
dar exámenes orales, etc.
27.
Sé modesto
Nunca deberás abusar de la ignorancia del auditorio, ni subestimarlo
jamás.
28. Sé
entusiasta
La mayoría de los éxitos se deben más al entusiasmo que a la capacidad.
Muchas veces puede compensarse un bajo conocimiento del tema con una amplia
dosis de entusiasmo. Por el contrario, oradores sin ese poder, fracasan a pesar
de su gran capacidad.
29. Mantente
informado
Un buen orador debe mantenerse actualizado. Para ello es conveniente la
confección de carpetas por temas, con varias ideas, que se van desarrollando y
ampliando a través el tiempo.
30. Ensaya u
Exposición
Este principio se aplica a modo de práctica, a efectos de corregir
posibles errores. Una forma es ante el espejo, tratando de corregir
errores de postura. También es conveniente practicar ante algunas
personas que se encargarán de criticar errores en la exposición. El
discurso no conviene exponerlo en forma leída ni totalmente memorizado. La
práctica debe ser de desarrollo de ideas y no de repetición de palabras.
31. No uses
muletillas
Son aquellas palabras que se utilizan, por lo general, para apoyarse en
la exposición. Son, por ejemplo, los vocablos “bueno”, “esteee”, etc. Otra
muletilla muy frecuente es toser en las pausas.
32. Rescata
las ideas principales
Consiste en la técnica de volver sobre las ideas principales.
Se trata de repetir varias veces, en la exposición, las ideas fundamentales,
siempre con palabras distintas, a efecto de no cansar a los oyentes.
33. Acumula
Cada idea principal debe ser explicada con complementos y detalles que
la refuercen, desarrollen y aclaren.
34. Limítate
Es un principio que está en conflicto con los dos anteriores. Debes
saber cómo pesar la importancia de las cuestiones que tratas. El principio de
la limitación consiste en la brevedad del discurso. Se estima
en 20 minutos el tiempo máximo de un buen discurso, y por lo
tanto es imposible exponer más de tres ideas principales. Además, debes
programar los detalles y complementos para no cargar demasiado la explicación
de alguna idea principal a costa de otras.
Debes tener presente que los discursos más largos no necesariamente son
los mejores. Ser conciso y poder abreviar lo que se dice a
veces ayuda a no decir cosas que, por pretender ser demasiado extensivos,
pueden llevarnos a situaciones embarazosas.
35. Reserva conocimientos
Generalmente el auditorio o el tribunal examinador formulan preguntas
sobre los temas tratados en la exposición. Debes fomentar esta costumbre, pero
también puedes dirigir el sentido de las preguntas hacia los puntos que
conoces. Para ello es preciso reservar una cantidad de conocimientos para
ser utilizados en la respuesta a las preguntas, o para ampliar el tema.
36.
No polemices
No siempre las preguntas de los oyentes son bien intencionadas. Puede
darse el caso de alguien que desee desacreditarte con preguntas capciosas o
incómodas. Nunca debes establecer una polémica con el auditorio. Nada
se gana con una discusión; por el contrario, la mejor manera de ganar una
polémica es evitarla. En caso de ser necesario llamar la atención de algún
oyente, debes hacerlo de forma indirecta, sin personalizar.
Si se trata de alguna pregunta molesta debes actuar de acuerdo a las
siguientes técnicas:
1. Examina la pregunta en busca de ambigüedades.
2. Obliga al oyente a definirse.
3. Mantente siempre a la ofensiva, no permitiendo que el oyente, o
todo el auditorio, tomen la rienda de la exposición.
4. Pon al oyente en su lugar con una contra-pregunta que lo
silencie.
5. Luego de terminar con el oyente agresivo, no le prestes la más
mínima atención.
6. Usa un recurso humorístico, pero no lo hagas a costa del oyente.
7. Nunca contestes una pregunta con deshonestidad. Si no sabes la
respuesta, exprésalo.
8. ¡El orador nunca debe enojarse!
37. Habla
en primera persona
Nunca debes decir “ustedes”, sino “nosotros”. Al usar expresiones
en tercera persona, se da una impresión de superioridad muy molesta, que debes
evitar.
38. Cultiva
las pausas
Es una buena medida para dar un descanso al auditorio y a uno mismo.
Además, tienen el efecto de ponerse a tono con los pensamientos del auditorio.
Las pausas no deben ser mayores de 2 segundos. Cuando hagas pausas, aprovéchalas
para medir cómo va tu performance. Si el silencio es la respuesta,
quiere decir que vas por buen camino. Si hay molestias en la sala, tales como:
toses, movimientos en las sillas, quiere decir que estás aburriendo a tu
audiencia y tendrás que ponerte más dinámico/a. La pausa demuestra aplomo...
control... seguridad... correctamente medida demuestra confianza y reflexión.
Úsala. Domínala. Las pausas son un excelente recurso
para enfatizar. Permiten también mantener y controlar
la atención.
39. Respeta
las reglas gramaticales
Es imprescindible que respetes las reglas gramaticales. Esto merece un
tratamiento que excede esta instancia, no obstante se ensayarán algunas técnicas
en clase.
40. No
olvide que la entonación da el sentido
Para que adviertas en este mismo momento la enorme importancia de la
entonación, lea la frase siguiente poniendo el énfasis en la primera palabra:
‘Yo no dije que él robara el dinero’. (¿Quién lo dijo?)
Ahora léala varias veces poniendo el énfasis en otras partes de
la frase:
‘¡Yo no dije que él robara el dinero!’ (¿Recuerda
que yo haya dicho esto?)
‘¡Yo no dije que él robara el dinero!’. (¿Quién lo
robó?)
‘¡Yo no dije que él robara el dinero!’ (¿Qué fue lo que
robó?)
41. Vocabulario
Algunos ejercicios que puedes realizar para mejorar tu comunicación
oral y escrita:
a) Evita vulgarismos: Anota
las palabras que más usas en tu vocabulario y luego busca sinónimos que las
sustituyan. Además de estas palabras debes evitar las frases muy trilladas,
tratando de utilizar oraciones propias que caractericen una expresión personal.
b) Amplía el
vocabulario: Anota un mínimo de 5 palabras nuevas por día, con
su significado. Luego utilízalas ese día en la conversación normal, por lo
menos 5 veces cada palabra
c) Rompe la
monotonía: Generalmente usamos uno o dos sustantivos y adjetivos en
nuestra conversación. Debes buscar varios sinónimos de adjetivos que describan
un objeto. Con práctica, puedes llegar a dar doce características
distintas (adjetivos) de un objeto.
d) Busca
sinónimos: Toma un texto cualquiera y cambia los sustantivos
y adjetivos. Para cada palabra habrá varios sinónimos, pero sólo uno será
el correcto, el que no altere el sentido del texto. Esta ejercitación, si se
hace con perseverancia, brinda excelentes resultados, que de inmediato pueden
incorporarse al vocabulario.
La ampliación del léxico
debe ser una motivación constante del orador. Basta con algunos minutos diarios
de práctica.
Debes llegar con su voz a
todo el auditorio. Para ello es preciso que sigas algunas técnicas adecuadas.
a) Tórax erguido: ya sea
de pie o sentado, debes mantener el tórax en línea recta, sin curvaturas. Esto
amplía la capacidad torácica, permitiendo una mayor tonalidad vocal.
b) Respiración adecuada: Debes
efectuar la inhalación por las vías nasales y la exhalación por la bocal. Esto
evita el resecamiento de las cuerdas vocales, puesto que las fosas nasales
tienen la propiedad de humedecer el aire.
Debes mantener
constantemente el ritmo respiratorio, y adecuar las oraciones a ese ritmo, esto
evita los molestos cortes “para respirar” mientras pronuncias una frase.
43. Evita
la monotonía
o
Aplica variedad en el tono de tu voz. Lleva a tu oyente
por un paseo verbal por la montaña rusa. Crea entusiasmo en el lento ascenso
desde el sendero hasta la cima. Haz pausas para crear expectativas... En
seguida, una carrera rápida cuesta abajo (pausa...) y empieza el siguiente
ascenso no pronunciado. Este cambio de ritmo entusiasma al oyente.
o
Cambia el ritmo de la voz; habla en voz alta y en voz queda,
rápido y despacio. Articula. Abre la boca, enuncia bien para que te entiendan.
44. Usa
fórmulas para presentar a un orador y para agradecer la entrega de un premio
Existen dos
fórmulas altamente efectivas, que pueden ser recordadas con acrósticos y
que sirven para:
a) presentar a un orador (acróstico: TÍO)
b) agradecer la entrega de un premio (acróstico: ARDA)
a) Si has sido
designado/a como la persona que va a presentar a un orador, puedes
seguir esta fórmula que te guiará con sencillez y eficiencia en lo que tienes
que decir:
TÍO es
el acróstico de: Tema, Interés y Orador.
Primero,
debes referirte al Tema de la charla. En segundo lugar, debes
despertar Interés destacando su importancia, actualidad
o conveniencia. En tercer lugar, debes presentar al Orador,
mencionando claramente su nombre y apellido.
b) Si has tenido la fortuna de ser honrado/a con un premio, puedes seguir
esta fórmula que te guiará para decir, en una correcta secuencia, lo que
conviene manifestar en estas ocasiones.
ARDA es
el acróstico de: Agradecimiento, Reconocimientos, Destino
y Agradecimiento final.
Primero, Agradecer el
premio que se te ha otorgado. Segundo, Reconocer el trabajo, la
influencia, inspiración o colaboración de otras personas. Tercero, señalar el Destino que se le va a dar al premio. Cuarto,
cerrar el discurso con un nuevo Agradecimiento por el premio, a
modo de despedida.
La capacidad de la
oratoria se aprende hablando, ensayando, equivocándose, corrigiendo.
Reconocidos oradores a lo largo de la historia han
tenido que superar problemas que inicialmente creían imposibles. La voluntad es el secreto.
No te olvides de disfrutar, mientras
hablas, por el hecho de hacerlo.
- 3- ACTIVIDAD NO PRESENCIAL: Prepare una exposición oral de dos
(2) minutos de duración sobre un tema a elección para compartir en clase.
ESCRIBIR
Aunque hayamos leído mucho y
sepamos mucho sobre nuestro tema, igual puede ser difícil empezar a escribir.
Por eso presento algunos conectores que te pueden ayudar a desinhibirte frente
al papel en blanco.
Conectores y relacionantes
- El ejemplo anterior descrito / - Resulta
oportuno / - En el marco de las observaciones anteriores
- Después
de lo anteriormente expuesto /- Todo lo anterior / - Sobre la base de las
consideraciones anteriores / - En ese mismo sentido/ - En el orden de las ideas
anteriores / - De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando/ -
Es evidente entonces que /
-Después de las consideraciones anteriores/ - En este
mismo orden y dirección/- Según se ha citado/- Con referencia a lo anterior/-
Hecha la observación anterior/- Por las consideraciones anteriores/- En este
orden de ideas se puede citar/- Se observa claramente/- Dadas las condiciones
que anteceden/- A manera de resumen final/- En efecto/- Como ya se ha aclarado/
- Cabe agregar/- Según se ha visto/- Como puede observarse/-
En referencia a la clasificación anterior/- En ese propósito/- Significa
entonces que/- De los anteriores planteamientos se deduce que/- Ante la
situación planteada/- A lo largo de los planteamientos hechos/- A los efectos
de este
- Tal como se ha visto/- Hechas las consideraciones
anteriores/- Tal como se observa
Para parafrasear
Es decir, en otras palabras,
brevemente, de hecho, cabe decir que, o lo que es lo mismo, lo que quiere decir
(demostrar, explicar…) que, en efecto
Para indicar orden
Primero, segundo, por otra parte, poa
la otra, en primer (segundo, tercer, último…) lugar/ término. Seguidamente,
luego, para empezar, para continuar, para dar continuidad, se expone,
seguidamente, finalmente, posteriormente.
Para indicar conclusión o consecuencia
En
consecuencia, por lo tanto, como resultado de, como consecuencia de esto (eso,
aquello), de acuerdo con, atendiendo a, de todo esto se desprende que, en
atención a, por todo lo dicho, en tal sentido, como resultado de, tanto… que, tan…
que, en síntesis, por esta razón, en suma, finalmente.
Para establecer comparaciones
De la misma manera que, igualmente, en
(de) igual forma que, en las mismas (mejores, peores) circunstancias, mejor
(peor) que esta situación, mayor (menor) que, comparativamente con, de manera
semejante.
Para indicar relación temporal
Posteriormente, entonces, después, al
mismo tiempo, antes, ahora, hoy día, actualmente, en estos (esos, aquellos)
momentos, ulteriormente, en la actualidad, en la posteridad, en otra época,
pasado el (este, ese, aquel) tiempo, prospectivamente, mientras tanto, luego.
Para añadir ideas
Además, asimismo (o así mismo),
también, de nuevo, por su parte, otra vez, al mismo tiempo, igualmente, en
igual forma, por sobre todo, sobre la base de, con base, en la misma forma, en
adelante, como afirmaremos, otras veces, pues, ahora bien, es conveniente
(preciso, necesario, interesante, importante…) que, adicionalmente, de igual
manera.
Para presentar una idea que limita,
opone o niega la idea anteriormente expresada
Sin embargo, no obstante, en otro
orden de ideas pero, de otro modo, por el contrario, aún cuando, a pesar de, no
obstante, si bien es cierto que…, no es menos cierto (que, empero) en oposición
a, enfrentando (enfrentando a), contrariamente a lo que se ha expresado, en
cambio.
Para ejemplificar
Para ilustrar esto, por ejemplo, como
puede apreciarse (verse, suponerse, inferirse, entenderse…), como se puede
entender, ver suponer, constatar, comprobar, para ejemplificar tal (tales)
consideraciones el autor (periodista, escritor, poeta, narrador, ensayista,
fulano de tal…) nos explica (expone, ofrece, aclara, explicita…) que, un
ejemplo de esto.
Para enunciar tópicos
Con respecto a, puntualmente con, en
relación con, en lo que se refiere a, en lo que respecta a, con referencia a…
Para indicar relaciones especiales
Aquí, en lugar de, más adelante,
sobre, más abajo, sufram, infram, en este (ese, aquel) lugar.
Para indicar relaciones modales
Así, de la misma manera, del mismo
modo, a propósito de, de tal modo (manera, forma…)
Para indicar relaciones causales
Debido a esto (eso, aquello), por esto
(esa, aquella) causa (situación, labor, razón…, puesto que, dado que, visto
que, supuesto que, ya que, por esto (eso, aquello).
Para expresar opiniones enfáticas
A mi (nuestro) juicio, yo pienso
(sostengo, creo,, propongo, afirmo, niego) que, según mi (nuestra) opinión
(óptica, manera de ver, cosmovisión), de acuerdo con mi punto de vista, es
conveniente (preciso, necesario, importante…) recalcar que, yo difiero de,
(concuerdo con), nosotros sostenemos.
Para indicar que se va a concluir
Finalmente, para concluir (finalizar,
terminar), a manera de conclusión, como conclusión, para dar por concluido
(finalizado, terminado, acabado), en fin, en último lugar, como final.
Anotaciones Gramaticales
A veces nos corrigen formas expresivas y no sabemos
bien por qué. Muchos son modismos que se trasladan del lenguaje oral al
escrito.
―deber + infinitivo= obligatoriedad
―deber de + infinitivo= probabilidad
EJEMPLO:
- Debes
ser más cuidadoso con tus objetos personales (obligatoriedad)
-
Deben de ser las ocho más o menos (probabilidad)
o Se deben evitar las
expresiones cada vez más extendidas: “a nivel de” y “en base a” empleando otras
construcciones que las eviten.
EJEMPLO:
- Hizo
el análisis en base a los datos (INCORRECTO) por
- Hizo
el análisis sobre la base de los datos o con base en los datos (CORRECTO)
o También el llamado
―dequísmo, cada vez más común en la
lengua hablada se traslada a la escrita. Consiste en usar la preposición “de” innecesariamente.
EJEMPLO:
―”Pienso
de que” en lugar de “Pienso que”
―”Digo
de que” en lugar de “Digo que” etc.
o Por el contrario y propio de puristas, suele
incurrirse en el “adequísmo” que consiste en la supresión incorrecta del “de”
cuando es necesario que conste o figure.
EJEMPLO:
―Estar
seguro que… en lugar de ―Estar seguro de que / estar persuadido de que…
o “a”+ infinitivo como
complemento de un nombre es un galicismo que se ha de evitar.
EJEMPLO:
―Textos
a comentar… en lugar de ― Textos que
se van a comentar…,
―Procedimiento
a seguir… en lugar de ―Procedimientos que se va a seguir o se ha de seguir…
o
Se debe evitar el gerundio que indique posterioridad
EJEMPLO:
―Se
produjo un accidente, muriendo tres personas!, en lugar de ― Se produjo un accidente y murieron tres personas.
o En concordancia de
los nombres colectivos conviene usar el singular
EJEMPLO:
―La
mayoría de los presentes votaron… en
lugar del correcto ―la mayoría de los presentes votó ―El pelotón de
corredores pasaron por la meta- en
lugar del correcto ―el pelotón de corredores pasó por la meta.
o El verbo propio es
más rápido, conciso y preciso que un verbo más completo
EJEMPLO:
―dar
comienzo... por ―comenzar, ―poner de
manifiesto… por ―manifestar, ―darse
a la fuga… por ―fugarse, dar por
terminado… por ―terminar, llevar a
cabo… por
―efectuar
―tomar un acuerdo…por ―acordar
―hacer público…por ―publicar, ―dar
Aviso,
por ―avisar
o Es incorrecto el uso
del ―”es por esto que” para expresar causa
EJEMPLO:
―Es
por eso que no vine… en lugar de
―Por eso no vine…
o Nunca escribir coma
entre sujeto y verbo
EJEMPLO:
―El
gato, tenía hambre - por ―El gato
tenía hambre
o Son sólo los
adverbios los que modifican los verbos, no los adjetivos.
Por
eso no es correcto escribir ―trabajar duro- sino ―trabaja duramente,
―entrena
fuerte- sino ―entrena fuertemente
o
No debe usarse un gerundio como participio del presente,
es decir como adjetivo en función de atributo.
EJEMPLO:
―Un
barril conteniendo mucho vino- en lugar de ―un barril que
contenía/contiene mucho vino. Sólo se admiten las excepciones ―agua hirviendo -
y ―palo ardiendo.
o También es incorrecto
el uso del gerundio cuando indica una acción posterior a la principal.
EJEMPLO:
―Viajó
a Mendoza, asistiendo a la boda de una amiga - por
―Viajó a Mendoza donde asistió a la boda de una amiga.
o La expresión “etcétera” significa aproximadamente, las
demás cosas, y otros.
No es correcto por tanto aunque es muy
corriente. (La expresión “etc”, ya no se utiliza y está eliminada del
diccionario de la Real Academia Española).
Otras Sugerencias
Fórmulas de expresión de existencia
Hay muchos autores... por: Existen diversos autores.
Fórmulas de expresión de
obligatoriedad
Hay que… Tenemos que… por: Se debe… Es
necesario...
Fórmulas de atribución de ideas
Los autores dicen que… por: los autores sostienen/
señalan/ indican/ argumentan/defienden/ que
Fórmulas de expresión de relevancia
X es muy bueno, X es muy interesante por: X es
adecuado, X es relevante, X es pertinente…
Además de utilizar adjetivos más formales, en un Artículo
Científico o en un Trabajo que será sometido a evaluación no se puede adjetivar
sin argumentos. Es decir, no se pueden expresar juicios sin fundamentación.
En rigor, estas formulas de expresión deberían seguir los
siguientes patrones: Es adecuado, ya que.; es pertinente porque;
es relevante, en cuanto a que…
Inscripción de las personas: el
nosotros de modestia, la impersonalidad y la pasividad
En un artículo de investigación científica o trabajo
final se debe utilizar formas impersonales o bien pasivas. El fin de la
utilización de estas estructuras es objetivizar los conocimientos presentados
como si fueran independientes de los agentes que participan en los procesos de investigación
y comunicación científica. La necesidad de objetividad requiere el ocultamiento
del sujeto que conoce, enfatizando la presentación del objeto de estudio, es
decir, el mundo al cual se hace referencia.
a) Generalmente no se
utiliza el pronombre de primera persona singular, sea de forma explícita o a
través de la desinencia verbal:
En este trabajo, revisaré por: en este trabajo, se revisará.
Se prefiere, en estos casos, bien el uso de
construcciones pasivas e impersonales o bien el uso del nosotros de modestia
expresado a través de la desinencia verbal:
En este trabajo, revisaremos las
propuestas de…
b) Un recurso muy
utilizado en la redacción de un artículo o trabajo final es la nominalización
deverbal, la cual cumple distintas funciones, entre ellas, ocultar a los
participantes y compactar información. Esta se define como un recurso gramatical por medio del
cual un proceso se presenta como un producto o un estado. Morfológicamente
supone pasar de una categoría gramatical a otra:
Los investigadores observaron a los
alumnos participar por: La observación de la participación de los
alumnos…
Cambio de verbo a sustantivo:
Nombrar por: nombramiento
Disectar por: disección
Oxidar por: oxidación
Evolucionar por: evolución
Proceder por: procedimiento
También es frecuente (aunque menos que la deverbal) la
nominalización deadjetival que tiene como función expresar una característica
como un producto, lo que también ayuda a una presentación objetiva de los fenómenos
investigados.
Cambio de adjetivo a sustantivo
Real por: realidad
Incoherente por: incoherencia
Excepcional por: excepción
Funcional por: funcionalidad
c) Fórmulas para
referirse al trabajo mismo
Existe una serie de sustantivos (también asociados a
verbos) que se utilizan para referirse al trabajo mismo, lo que implica
concebirlo como un objeto y, por lo tanto, como una forma de ocultar a las
personas:
En este(a)
Trabajo/investigación/estudio/indagación/pesquisa se investigan/ se estudian,
se indagan/ se examinan/ se exploran.
No te cohíbas.
Debes
aprender a reponerte de las críticas destructivas.
A escribir
se aprende.
Las formas
son convenciones, hoy están vigentes estas, no siempre fue así y mañana pueden cambiar.
EL BUEN
MAESTRO ES AQUEL QUE HACE FÁCIL LO QUE PODRÍA SER DIFÍCIL.
- 4- ACTIVIDAD NO PRESENCIAL:
A -
Elabore un texto de 200 a 250 palabras sobre un tema a lección.
B-
Elabore en no más de una carilla,
un texto que describa sus gustos personales, expectativas frente a la carrera,
actividades que le gustaría realizar – libere su mente- teniendo en cuenta las
sugerencias.
EVALUACIÓN
DEL CURSO: Entrega de la Actividad No Presencial 4 (A y B) y exposición oral (Lectura).
BIBLIOGRAFÍA
- Portal Técnicas de Estudio. www.Tecnicas-de-Estudio.org
- Revista de Educación y Cultura. Global
Educational Supplies y Solutions, www.gessmexico.com
-
Lizabe, Gladys y otra. “Aprender a pensar en la universidad” (en prensa)
EL SER HUMANO QUE ESTUDIA Y DESARROLLA SUS APTITUDES INTELECTUALES Y EMOCIONALES TIENE MÁS POSIBILIDADES DE PROGRESO EN LA VIDA Y, OBVIAMENTE, HABRÁ DE SENTIRSE MEJOR CONSIGO MISMO.