Tengo una teoría que estoy desarrollando que explicaría un poco lo que nos está ocurriendo
como sociedad.
Las personas respondemos a dos esquemas de pensamiento básico. Uno menos evolucionado
que el otro que podríamos denominar "Primitivo". Ese esquema responde a las necesidades
más básicas del hombre de manera que "sus" requerimientos están por sobre los demás
siempre. "Su" dinero, "su" trabajo, "su" mujer/hombre, "sus" hijos, "su" auto, etc. etc. No
descansa un momento porque siempre se siente atacado, responde de manera agresiva
literalmente hablando y/o con acciones y/o con verbalizaciones y/o con pensamientos que
quizás, a veces no expresa.
Nunca siente saciada su sed porque siempre teme. Este esquema
responde a las personas que son de derecha, se reconozcan o no dentro de una ideología,
quizás no lo revelen con naturalidad y digan "soy a-político", pero lo que es importante
reconocer es que no les importa de los demás sino su propio bienestar que además, es
insaciable.
Por otro lado, está el otro esquema de pensamiento, que podríamos llamar “Evolucionado”,
quien al informarse, rápidamente entra en empatía con la realidad y las necesidades de los
otros. Es más sofisticado porque ya no piensa exclusivamente en lo personal, sino que va más
allá y se considera parte de un colectivo social, cuyas necesidades se conjugan con las de los
demás integrantes de su comunidad. Este esquema de pensamiento responde a un
pensamiento del tipo que pregona la justicia social. Quizás no se consideren políticos, pero
fácilmente entran en sintonía con lo social y forman parte de asociaciones, son misericordiosos
(es decir que se apiadan de las necesidades y del dolor del otro), realizan acciones sociales
porque sienten esa inquietud insaciable de que siempre hay algo por mejorar y que ellos algo
pueden hacer.
Los colectivos sociales que mayoritariamente responden al esquema de pensamiento
“Primitivo” fácilmente se sienten identificados con propuestas de gobierno de derecha. Por
eso, los países nórdicos como Alemania se sienten identificados con políticas neoliberales y se
arrogan el derecho excluyente, por financistas de los países en desgracia, de disciplinar con
medidas que castiguen en aquellas necesidades básicas de la gente. Cada uno en su situación
individual jaqueado, no le quedan energías para ocuparse de lo social.
Por otro lado, los colectivos sociales que mayoritariamente tienen esquemas “Evolucionados”,
es decir, menos egoístas y más sociales, fácilmente sintonizan con propuestas de gobierno
populares.
Podríamos preguntarnos por qué esa diferencia entre los colectivos sociales, de derecha y
populares y por qué en países nórdicos y países latinos. Puede ser que parte de esta respuesta
esté en la forma de entender la mística de la religiosidad y su relación con el concepto del
trabajo. Mientras que los nórdicos como protestantes se liberan del mal con trabajo y con el
dinero que el mismo produce, los latinos se liberan con la confesión, son ruidosos en sus expresiones litúrgicas, aman la fiesta, la familia, comer y se trabaja porque no queda más
remedio.
Creo que las respuestas se hallan escondidas entramados de los procesos de pensamiento más
profundos e intrincados.
Hoy por ejemplo, asistimos a las lecciones moralizantes de los pudientes de Europa, quienes
determinan quiénes son los aplicados y quiénes los holgazanes, quiénes los meritorios y a
quiénes se debe disciplinar. Estas acciones se encarnan en las figuras de Ángela Merkel y de
Nicolás Sarkozy, éste último a contrapelo de lo que defiende Francia desde la Revolución.
Los alemanes, por su parte, necesitan que les crean que han cambiado, que ya no se sienten
superiores, que “aquello” fue un momento que nunca volverá, que nadie lo quería, que nadie
lo votó, etc. etc. Son un ejemplo mundial de autocrítica, sin embargo, hoy Merkel le exige,
entre otras cosas, cerrar cueste lo que cueste las fronteras a otros países, porque ellos son los
dueños del dinero que les prestarán para que sigan muriendo de hambre. Ya no les queda a
Grecia ni a Italia, el derecho soberano de determinar sobre sus límites geográficos quien entra
y quién no. ¿Por qué? Porque Alemania es “su” dueño financista, el “pudiente” y por lo tanto,
el que manda y determina.
Lo curioso es que Argentina está demostrando que tiene un Modelo en donde nadie sobra, en
donde todos son bienvenidos, en donde queremos que los viejos vivan, mucho, bien, sanos y
sintiéndose dignos, donde la educación no es un privilegio sino un derecho, donde comer es
obvio y no una “gauchada”, en donde nuestra creatividad se conjuga con la solidaridad de
sangre española, italiana, árabe, nativa y demás razas. Que aquí la vida se festeja y que el
dinero es para usarse para que la calidad de vida de todos vaya mejorando y no para guardarlo
angurrientamente. Por eso, y porque nadie puede ser mejor que ellos, critican al Modelo y a
quienes lo encarnan. Antes fue a Perón y a Evita, hoy es a Néstor y Cristina, en minutos se
convirtió en miles que recibiremos las críticas de adentro y de afuera. Porque adentro, no
porque provengan de Alemania, sino porque tienen esquemas de pensamiento “Primitivo”
creen que no les quedará nada para ellos o que lo que les toque es poco.
Por eso, defendamos al Modelo Nacional y Popular.
Dra. Ana María Pardo
La creatividad interesa a ámbitos tan diversos como el mundo de la empresa, el científico, el diseño, el tecnológico, el comercio, el político y el educativo con sus diferentes niveles, modalidades y para el buen vivir. Este espacio propositivo pretende aportar de ideas, perspectivas y técnicas respecto del uso positivo y ético de la creatividad como mecanismo de búsqueda y avance del pensamiento y acción del hombre en armonía con el entorno.