martes, 7 de septiembre de 2010

IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN DE JÓVENES- ADULTOS EN CONTEXTOS DE ENCIERRO


IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN DE JÓVENES- ADULTOS EN CONTEXTOS DE ENCIERRO
(Dra. Ana María Pardo*)

El contexto de encierro de jóvenes y adultos constituye un escenario sumamente difícil y, con más razón, su educación y formación dado que se conjugan y complejizan relaciones institucionales y de funcionamiento.
La particularidad de su alumnado y su difícil contexto conllevan, entre otros asuntos, que convivan en un continuo campo de fuerzas la necesaria articulación entre el sistema penitenciario y el sistema educativo. La Educación Penitenciaria funciona como una institución dentro de otra y esto supone relacionar prácticas y marcos normativos entre dos subsistemas con lógicas de funcionamiento diferentes; en el Sistema Penitenciario prima la necesidad de seguridad, el castigo y el disciplinamiento inspirado en el derecho penal y las prisiones, y en el Sistema Educativo la del desarrollo integral de los sujetos, razón de ser de la educación.
Es propio reconocer que la educación en la Argentina también tiene en su origen la acción disciplinante como necesidad operativa, aunque en este ámbito aparece ligada más fuertemente a su potencia para la construcción de la autonomía de los sujetos.
La oferta educativa para los sujetos privados de libertad, al igual que en el resto del país y a nivel mundial, tiene características diversas y niveles diferentes, aunque se concentran en propuestas de alfabetización, educación primaria, secundaria y en muy pocas jurisdicciones superior no universitaria y universitaria. Los cursos cortos de capacitación laboral, también en diversos oficios y con distintos niveles de calidad, constituyen la oferta más difundida. Conjugan perspectivas hacia la ocupación del tiempo libre de los internos, su resocialización, canalización de la agresividad, proyección a la reinserción laboral, entre otras. Todas confluyen en la necesidad de alejamiento del delito y construcción de un proyecto de vida nuevo y positivo.
Las investigaciones que tratan el tema, tanto en Argentina como en Latinoamérica, acusan como común denominador un origen de exclusión y marginalidad sumados a bajos niveles educativos de la población reclusa. Por lo tanto, la intención de una reinserción real de los presos conlleva programas serios y continuos que propendan a generar una oportunidad real de vida socialmente aceptada.
Si bien son varios los factores que intervienen en la conducta delictiva recurrente, en relación a los hallazgos de diferentes investigaciones, estamos en condiciones de afirmar que la gran mayoría de las conductas reincidentes se dan en personas que nunca asistieron a ningún programa educativo en cárceles. Esto nos lleva a apostar enfática y comprometidamente en un Sistema de Educación Penitenciaria Provincial que relacione la educación formal con la capacitación para el mundo del trabajo, enmarcado en una política educativa general y atendiendo a la particularidad propia de Contexto de Encierro con características de políticas de estado. Es decir, que se sustenten en el tiempo y que propendan a su actualización en relación con la investigación y el control de gestión correspondiente.

Fuente consultada: Informe de la OEA “Instrucciones en Cárceles Latinoamericanas” (Vallejos-Arnold, 1997-1999 citado en Documentos de Trabajo del Programa Nacional de Educación en Establecimientos Penitenciaros y de Minoridad, 2004)

*Integrante de la Mesa de Diálogo Político por la Educación Mendocina- Asesora Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos